RESPUESTA A LA RECTORA POR PARTE DE ATE IUNA.

En mi carácter de delegada general de la Asociación de Trabajadores del Estado filial IUNA me dirijo a la Comunidad Educativa del IUNA con relación a la situación por la que atraviesa hoy el Instituto Universitario Nacional del Arte.

En primer lugar quisiera disentir rotundamente con los dichos de la Señora Rectora, cuando habla que la mayoría de los No Docentes se pronunció en contra de la toma. Desde la Asociación de Trabajadores del Estado negamos rotundamente que haya habido una consulta o una manifestación de No Docente tomando posición contra la medida de fuerza que están llevando acabo el claustro estudiantil.

La impericia de la gestión de la actual Rectora Liliana Demaio ha llevado al claustro de estudiantes a tomar el 80 % de las unidades académicas en donde cursan regularmente sus clases, sumando en la última semana la toma del Rectorado.

El reclamo comenzó en el Departamento de Artes Audiovisuales, sede compartida con las áreas transdepartamentales de Crítica de Arte y Multimedia, por las deplorables condiciones del inmueble alquilado donde cursan sus carreras. Paredes electrificadas, escasa oferta horaria por falta de aulas y en general, un edificio que no reúne los requisitos mínimos para que dos mil alumnos sigan adelante sus estudios, fueron el detonante de esta situación. La pobre respuesta que tanto el Decano de Audiovisuales José Luis Castiñeira de Dios (el mismo que eligió dicho inmueble) y la evasiva actitud de la rectora que, en el consejo superior del 2 de Setiembre donde los alumnos ya en toma presentaron su problema que derivó en un reclamo unificado del claustro estudiantes siendo sus ejes mayor presupuesto, solución integral del problema edilicio, teniendo en cuenta una sede unificada y propia para el IUNA, y la solución alternativa inmediata para las facultades mencionadas. La rectora, puesta en ese lugar para gestionar, se limitó a manifestar su apoyo al reclamo estudiantil, como si su propia gestión (o la falta de ella) no fueran parte del problema. Así las cosas los estudiantes decidieron avanzar con la toma de otras unidades académicas, como danza, folklore, y el departamento de artes visuales, cuya problemática ya había estallado con la rajadura y movimiento del edificio del decanato sito en Las Heras y Callao. Los trabajadores no docentes del departamento de Artes visuales, docentes y alumnos se encuentran desde hace más de 45 días, sin poder desarrollar sus tareas por una excavación realizada por una empresa particular en el lote lindero al histórico edificio, que por falta de los apuntalamientos necesarios, ocasionó la literal torcedura del edificio, dejando fuera de eje puertas, ventanas, paredes rajadas y juntas que claramente no resisten la menor actividad. La actividad académica de este departamento se concentró en la sede Pinzón, donde confluyen más de 5000 estudiantes, en condiciones indignas. Una vez más inmuebles alquilados, en este caso no se han invertido en él un solo peso para lograr las más mínimas condiciones de seguridad tanto de los estudiantes como de los docentes y no docentes.

Es necesario aclarar que la Rectora Demaio está ejerciendo su segundo mandato, teniendo como triste resumen la cantidad de CERO soluciones a largo plazo para contar con una sede propia y unificada, limitándose únicamente a alquilar inmuebles (algunos más parecidos a una cueva que una sede de facultad). Los montos que, en algunos casos ha invertido en la refacción de estos inmuebles alquilados dejan a las claras en descubierto el desmanejo de la gestión y del presupuesto. Como un dato más diré que, su primera reacción ante la toma del Departamento de Artes Audiovisuales, fue alquilar otro inmueble sito en la calle Rocamora que tampoco reúne los requisitos básicos ni los metros para contener a los estudiantes, y que ya fuera rechazado por los mismos.

A toda esta situación se suman otras relacionadas a posibles malversaciones de fondos públicos, tales como evasión de aportes y contribuciones al sistema de la seguridad social, realización de contratos de locación de obra a docentes y/o consejeros superiores que cuentan ya con el máximo de la dedicación permitida por las normas (y que guardan además relación de dependencia con la universidad), autorizaciones de aumentos para autoridades superiores al solo efecto de amortiguar el pago del impuesto a las ganancias, irregularidades en los procesos de compras, ausencia de designaciones de funcionarios de alta responsabilidad, negativa a presentar documentación personal en el caso de la vicerrectora, resoluciones viciadas de nulidad que consignan “la participación al servicio jurídico permanente” que no existe, sumarios realizados por abogados contratados para responder a la rectora, y una lista de innumerables irregularidades pasibles de una investigación seria.

Por todo lo expuesto teniendo en cuenta que el justo reclamo de los estudiantes ante la inacción y el desmanejo de la Rectora perjudican sobremanera al sector que represento, ocasionando no solo la vulneración del derecho al trabajo, sino también otras consecuencias tales como la pérdida de percepción de adicionales, la imposibilidad del retiro de recibos de sueldos indispensables para diversas tramitaciones, etc.



María de Fátima Calvagno

Delegada General ATE filial IUNA